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En la actualidad, y a la altura de la situación, la vida nos ofrece una serie de lujos y comodidades que en muchos casos disminuyen la alegría de vivir o no llenan nuestros corazones, que es lo más importante ¿No les ha pasado?
Es decir tenemos la posibilidad de disfrutar de una gran variedad de cosas que al momento de alcanzarlas no nos llenan tanto como pensabamos. Es por eso que la simplificación de las cosas puede significar que uno puede saborear la vida más plenamente.
Es decir tenemos la posibilidad de disfrutar de una gran variedad de cosas que al momento de alcanzarlas no nos llenan tanto como pensabamos. Es por eso que la simplificación de las cosas puede significar que uno puede saborear la vida más plenamente.
El primer paso es mentalizarse en que queremos disfrutar y saborear de la vida y tener en cuenta que hay que ir un poco más lento que el ritmo de vida actual, disfrutar cada instante al máximo y reducir la velocidad de consumo. A continuación algunas ideas.
> Hacer ejercicios y entrenamientos con 1 a 3 ejercicios simples pero intensos, evitando largas rutinas con muchos ejercicios.
> Dulces y postres: tratar de comerlos en pequeñas porciones y disfrutarlas al máximo dejando de lado comer por comer sin ningún tipo de control. Proba saborear tus postres con la mentalidad puesta en disfrutarlos. Lo mismo para infusiones como el té y el café tomándote el tiempo necesario para prepararlos con calidad, sin mucha carga y cerrando los ojos al beber.
> Comer liviano y simple: estas comidas sencillas, avena, almendras, yogurts, verduras, quesos y frutas, son mejores porque no sólo son saludables, sino que cada ingrediente se puede degustar con mayor intensidad.
> Leer más libros de papel, concurrir a bibliotecas dejando de lado por un rato los sofisticados lectores de libros electrónicos.
Esperamos que estos consejos te sean realmente útiles. Si querés dejarnos tu comentario hacelo desde el formulario correspondiente.
> Hacer ejercicios y entrenamientos con 1 a 3 ejercicios simples pero intensos, evitando largas rutinas con muchos ejercicios.
> Dulces y postres: tratar de comerlos en pequeñas porciones y disfrutarlas al máximo dejando de lado comer por comer sin ningún tipo de control. Proba saborear tus postres con la mentalidad puesta en disfrutarlos. Lo mismo para infusiones como el té y el café tomándote el tiempo necesario para prepararlos con calidad, sin mucha carga y cerrando los ojos al beber.
> Comer liviano y simple: estas comidas sencillas, avena, almendras, yogurts, verduras, quesos y frutas, son mejores porque no sólo son saludables, sino que cada ingrediente se puede degustar con mayor intensidad.
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